Otra vez.
ah!
y ha sido un gusto...
lunes, 25 de octubre de 2010
equis dé.
martes, 8 de junio de 2010
/rreakchión/
Cuando los días se visten con las ganas de que sean distintos, cuando a pesar de eso se nos presenta la sensación de “deja vú” y miramos con cara de pregunta en 360º buscando alguna respuesta, o simplemente será así siempre?...
En lugar de quedarse con la duda, se toma esa misma sensación de deja vú y la transformamos, ya que ningún día es igual al anterior, la transformamos con las ganas de no caer en lo mismo que el resto, de no caer en lo que ya se ha hecho por años, vivir por vivir que es la opción mas cómoda, levantarnos, ducharnos y salir a lo que el horario nos ha permitido. Que entre nos, no es mas lo que hemos dejado que ese mismo horario haga de nosotros.
Me quede pensando en las reacciones con las que nos tropezamos o las que se buscan a diario, qué es lo que mantiene la motivación de los días, quizás hace que los días sean esa influencia que nos hace ver el deja vú con las intenciones que se merece ese despertar, con ojos a distinta iluminación.
Reacción, definido con el don de la sorpresa, pero que a la vez dejan en evidencia lo que somos, revelan simplemente el SER. En ocasiones nos quita el don de la palabra, porque no lo necesitamos, si en resumidas cuentas ya fue, pasó en menos de 10 segundos y puede quitar todo lo que algunos o en algunas ocasiones quisimos demostrar. Por momentos una simple reacción nos entrega la sorpresa que basta para tomar el día con los ánimos que lo amerita o en otras circunstancias se decide crear la reacción que nos llena, ya sea a modo de destapar el SER de algunas circunstancias, lo que se opone a lo simple de querer crear una sorpresa que nos llena mas a razón de piel, hay reacciones que inspiran o motivan, despertando algo a modo personal, es aquí donde es agradable detenerse de éstas últimas que son las mejores y que merecen repetirse a diario o en esos momentos que buscamos algún encuentro (y no es experimentar) y son esas las que nos hacen los días lejos de lo cotidiano, que a pesar de completar el horario de la semana a cabalidad sientes que haces trampa, a pesar de ello no te dejas pasar y vivir con las mismas ganas de ayer y lo que pudo ser un deja vú, no es mas que una coincidencia y es la gracia extendida del día anterior y el hoy toma vida propia.
Que los ojos tomen otra iluminación refresca, sin dejar atrás lo que nos importa, interesante como en esencia se mantiene y a ratos la mutación viene bien, en el fondo somos los mismos que nos sorprendemos diferente con aquello o aquel ser motivante, graciosamente.
jueves, 27 de mayo de 2010
27
No entiendo cómo un día se me transformó en un caos, no entiendo cómo ese día que normalmente es uno de los más felices se encauzó a la categoría de rarezas, mutando en algo que no encuentra definición y que se me hace esquivó denominar. La vida se me llena de cosas que no toman sentido y no toman el peso que debieran, prefiero llorar a que encontrar el momento perfecto para creer que las cosas han cambiado, la realidad es mucho mejor, en cuanto a los hechos que es mejor creer lo que esperamos de la vida, mejor enfrentar lo que es y no llenarnos de castillos volantes de pensamientos, que sin mas ni mas podemos tocar suelo rápidamente.
Hoy encontré lo que tenía como guarida desmantelado, paso un huracán y me dejo con las manos vacías, con las manos pidiendo abrigo, la estiré a mi espalda y ya no tenía quien cogiera de ella, quién fue el iluso que dijo que se tenía que escuchar la palabra amor para encontrar nuestro refugio? Es mas si pido el concepto amor, con qué derecho me lo haces de igual a igual al tuyo?
De a poco me enfrento a lo que tengo que hacer, me impresiona lo terca que se puede llegar a ser, quizás ese es el valor de lo que se quiere, luchar no siempre con el rostro lozano, sino que desarmado de lo que en ocasiones nos hace bien, expulsamos y a la vez mostramos algo de aquello a los confiables.
La vida se me llena de cosas extrañas, tengo los distractores de siempre que me ocupan el 90% del día, pero qué pasa cuando quiero volver a lo que me importa, qué pasa cuando llego a esos momentos conmigo misma, los que sin vitales y a la vez de los que estoy huyendo por estos días.
Se nota a lo que tanto he temido, ese temor a lo que no me rodea, ese temor a lo que me hace sentir sola, a pesar de que hay gente al lado. En ocasiones soy mal agradecida, pero necesito algo que no tengo y que me dejo con la mano expuesta, con la mano a la espera de una cogida que no se produjo y que no sucederá.
Me tomo las manos, las abrigo y confío en lo que en ellas y yo podemos lograr, mi refugio, mi encuentro que hoy se desordeno en el momento que cerré los ojos y me cegué en un no quiero y que al momento de abrirlos, o me cambiaron la luz o se cerro el espacio de quietud?
Dormir no entrega esa paz, no entrega lo que necesito, pero sí me da unos minutos en que no tomo el lápiz y sueño a ser historias que a lo mejor reflejan lo escondido de algunos pensamientos.