Otra vez.

Hay cosas que siempre se han querido armar....




ah!

y ha sido un gusto...

miércoles, 20 de mayo de 2009

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Accedo a un mundo que esta bajo el poder de mis dedos, accedo sin mas preámbulos que la oportunidad de entender lo que se siente, no de lo que estamos y somos para el resto del mundo. Accedo con la intención de lograr lo que muchas veces se cree como insípido e incoloro, y no me refiero ni al agua ni la frialdad con que se calculan las historias podridas, me refiero a ese minuto de oscuridad y a la mortalidad que hay en los segundos, mortalidad que hacemos inválida en cada idea de resucitar y de llevar escrito en la piel que los humanos no somos mortales, mas que en nuestras cabezas. Minuto de oscuridad reservado egoístamente para cada uno, minuto que nos da la posibilidad de enfrentarnos cara a cara y que algunos individuos solamente huyen, y tengo la certeza que sin éxito. Momento en que nos podemos hablar bajito y al mismo tiempo empaparnos de nuestros errores y éxitos... aunque eso de hablar bajito no lo reservo para un solo individuo, hasta ahí llego mi egoísmo... resulta mas hablar bajito en compañía y no de cualquier pelafustan.
Te sientas con la idea de lograr algo que no te deje ni un descanso de relato, hay tanto que querer decir, pero por momentos esas intenciones se hacen locas entre tantas distancias y palabras sueltas, las que al igual que los sueños, si llegamos a tener la capacidad de unir crearan una historia ni tan loca y mucho menos distante de tanta realidad algo demenciada.
La suerte de estar sola para entender sin la necesidad de meter la cabeza al agua, que el silencio te acompaña y que no es parte de esa motivación de huir de algo que temes.
Cara a cara sin más ni más, cara a cara en el silencio y sin esa luz q deslumbra a muchos, y me suena interesante y sin remordimientos la posibilidad de hablar bajito, dejando de lado los egoísmos, orgullos, porque hacerse los locos es parte de la vida y representa nada más que la verdad, eso que queremos celosamente para nosotros y en ocasiones seduce compartir, cuando eso ocurre ya no somos locos únicos, alguien mas se contagio.