Clasificar muchas cosas bajo un mismo nombre, alguna vez entendí que era clasificar, catalogar y que era útil para poder buscar y que todo estuviera mas a la mano
Popurri palabra con encanto que me hace pensar inconscientemente en una mezcla, en esas mezclas de frutas que hacía la abuela (mi abuela paterna) los fines de semana, las que como adorno terminaban con un montoncito de crema hecha por ella misma, y de la cual la viejita a modo de regaloneo te paso las cosas esas que van en las batidoras (perdón por el pobre conocimiento culinario), para sacarles hasta el ultimo rastro de crema, y en mas de una ocasión me queme la lengua en esta esquisita hazaña., por la desesperación de alimento cargado a la glucosa.
Popurri, hoy trate de pensar en nada, aunque mi madre no lo crea he tenido esos momentos en la vida. hoy trate de pensar en nada pero gracias a Dios no lo pude hacer, cosas de dudosa relevancia llenaron el cráneo.
Ayer fuí donde mi abuela materna, la señora Carmen y don Raúl y el reencuentro produjó mas de un conflicto, nada que ver con golpes ni discusiones, conflictos de relaciones y afectos. quizás los más complejos.
Hace años que no los veía a pesar que están más cerca que mis amigos y la universidad, y si digo que las circunstancias no se han dado y que el transantiago nunca pasó estaría mintiendo, y me di cuenta que veo mas a la abuela de una amiga que a la propia. Mi abuela me vió con cara de sorpresa pensando que no iba a ir, fue un lindo abrazo, pero como con la frialdad que siempre me característica.
Mi abuelo igual que siempre aunque mucho mas flaco junto a su saludo característico, me dio la mano primero (lo que nunca me ha gustado) y luego un saludo mas afectuoso. obvio que a su manera. Creo que la felicidad de mi madre por estar ahí llena toda la distancia y encuentro mas de alguna respuesta.
Mi abuela me mira y lo primero que se fija es que algo raro tengo, me mira el pelo y se da cuenta que he echado uno que otro químico en él, luego me mira a los ojos como nunca y dice q tengo los ojos mas verdes que antes, mi abuela convenció a toda la audiencia que era así, pero solo creo que es la distancia la que causo tanta extrañeza, y que causo una sensación rara y no por mí sino porque no encontré mas cambios en ella y no me refiero ni a su pelo ni sus ojos. Fue como retroceder el tiempo y tener alguna conversación de antaño, me mostró cada flor, cada planta y cada asunto que tenía que hacer en la Iglesia, a la que se fue al rato. Mi abuelo mas delgado que nunca, lo mas probable es porque dejo de tomar coca cola, lo que fue un gran impacto para mí, no lo podía creer, pero el viejo siempre ha sido de decisiones fuertes, si que este tipo de cosas son esperables de él, pero coca cola es coca cola.
En la noche apareció el otro lado de la moneda, Espinosas en potencia, aunque cada vez mas disminuídos en número, pero no por eso menos bulliciosos y con ese trauma de familia italiana que no se nos quita con la edad, nosotros no gritamos solo hablamos a una intensidad distinta. Instantáneamente se me viene la palabra familia, mil recuerdos y la vida entera, cada capítulo relacionado a algo que tenga que ver con ellos. Quizás mi tata Cacho no era lo que se espera por abuelo, pero era mi viejo, mi bubu y sus cosas, pero es mi vieja loca y mis primos que todos tienen sus características, mi familia es única y los quiero así. Y los extraño en cantidades industriales no importa como hablen si como chilenos, mejicanos, gringos y no falta el que se hace el mudo cuando le conviene. Y cuando escribí popurri junto con la mezcla de frutas no se me vino otro nombre mas que FAMILIA a la mente, mi familia.
y eso que no nos podamos juntar si no hay comilona detrás, y sin comida no hay paz.
Un pichintún de popurrí.
Popurri palabra con encanto que me hace pensar inconscientemente en una mezcla, en esas mezclas de frutas que hacía la abuela (mi abuela paterna) los fines de semana, las que como adorno terminaban con un montoncito de crema hecha por ella misma, y de la cual la viejita a modo de regaloneo te paso las cosas esas que van en las batidoras (perdón por el pobre conocimiento culinario), para sacarles hasta el ultimo rastro de crema, y en mas de una ocasión me queme la lengua en esta esquisita hazaña., por la desesperación de alimento cargado a la glucosa.
Popurri, hoy trate de pensar en nada, aunque mi madre no lo crea he tenido esos momentos en la vida. hoy trate de pensar en nada pero gracias a Dios no lo pude hacer, cosas de dudosa relevancia llenaron el cráneo.
Ayer fuí donde mi abuela materna, la señora Carmen y don Raúl y el reencuentro produjó mas de un conflicto, nada que ver con golpes ni discusiones, conflictos de relaciones y afectos. quizás los más complejos.
Hace años que no los veía a pesar que están más cerca que mis amigos y la universidad, y si digo que las circunstancias no se han dado y que el transantiago nunca pasó estaría mintiendo, y me di cuenta que veo mas a la abuela de una amiga que a la propia. Mi abuela me vió con cara de sorpresa pensando que no iba a ir, fue un lindo abrazo, pero como con la frialdad que siempre me característica.
Mi abuelo igual que siempre aunque mucho mas flaco junto a su saludo característico, me dio la mano primero (lo que nunca me ha gustado) y luego un saludo mas afectuoso. obvio que a su manera. Creo que la felicidad de mi madre por estar ahí llena toda la distancia y encuentro mas de alguna respuesta.
Mi abuela me mira y lo primero que se fija es que algo raro tengo, me mira el pelo y se da cuenta que he echado uno que otro químico en él, luego me mira a los ojos como nunca y dice q tengo los ojos mas verdes que antes, mi abuela convenció a toda la audiencia que era así, pero solo creo que es la distancia la que causo tanta extrañeza, y que causo una sensación rara y no por mí sino porque no encontré mas cambios en ella y no me refiero ni a su pelo ni sus ojos. Fue como retroceder el tiempo y tener alguna conversación de antaño, me mostró cada flor, cada planta y cada asunto que tenía que hacer en la Iglesia, a la que se fue al rato. Mi abuelo mas delgado que nunca, lo mas probable es porque dejo de tomar coca cola, lo que fue un gran impacto para mí, no lo podía creer, pero el viejo siempre ha sido de decisiones fuertes, si que este tipo de cosas son esperables de él, pero coca cola es coca cola.
En la noche apareció el otro lado de la moneda, Espinosas en potencia, aunque cada vez mas disminuídos en número, pero no por eso menos bulliciosos y con ese trauma de familia italiana que no se nos quita con la edad, nosotros no gritamos solo hablamos a una intensidad distinta. Instantáneamente se me viene la palabra familia, mil recuerdos y la vida entera, cada capítulo relacionado a algo que tenga que ver con ellos. Quizás mi tata Cacho no era lo que se espera por abuelo, pero era mi viejo, mi bubu y sus cosas, pero es mi vieja loca y mis primos que todos tienen sus características, mi familia es única y los quiero así. Y los extraño en cantidades industriales no importa como hablen si como chilenos, mejicanos, gringos y no falta el que se hace el mudo cuando le conviene. Y cuando escribí popurri junto con la mezcla de frutas no se me vino otro nombre mas que FAMILIA a la mente, mi familia.
y eso que no nos podamos juntar si no hay comilona detrás, y sin comida no hay paz.
Un pichintún de popurrí.
